Si alguna vez has pensado que ese bajista debía tener tres manos para hacer lo que hacía, o que aquel sonido era imposible que saliese de un Bajo corriente y moliente, tal vez el tema de los armónicos y su funcionamiento te aclaren un par de cosas.
Qué Son
La explicación técnica es la siguiente: normalmente, cuando tocamos una nota (p.e.: un A en la cuarta cuerda, traste #5), no estamos tocando sólo esa nota, sino varias frecuencias sonoras al mismo tiempo (armónicos), que van de más grave a más agudo. "Sacar armónicos" no es más que descomponer esa nota, de la misma forma que añadir armónicos (que es ni más ni menos lo que hace un pedal de distorsión o fuzz-tone), significa apilarle frecuencias más agudas en la parte más alta de su espectro sonoro.
Puedes hacer la prueba en ambos sentidos: enchúfa tu Bajo a un pedal de distorsión y comprueba cómo se agudiza el sonido de las notas además del clásico efecto vibrante (distorsión de agudos) tan apreciado por los guitarristas. Después puedes probar a descomponer una nota en armónicos mediante la ténica que sigue, objetivo real de esta sección.
Cómo Se Escriben
Los verás en partituras con un círculo encima de la nota escrita en tesitura real (o sea, en clave de G en segunda línea), como a continuación:
Cómo Conseguirlos
El siguiente diagrama nos muestra dos cosas: una, que hice bien en no dedicarme al dibujo; la otra, la posición del dedo sobre la cuerda para sacar el armónico que nos interese. Ahí puedes ver un trozo del mástil del Bajo como lo verías si estuvieras tocando. Se trata, por tanto, de colocar el dedo justo encima del traste #12 (luego veremos por qué precisamente el #12), pero sin bajar la cuerda hasta el mismo. Entonces percutimos con la mano derecha igual que si tocáramos y ese sonido es un armónico.
Los armónicos suenan con mayor intensidad y definición cuanto más agudo es nuestro sonido. O sea, con la pastilla más cercana al puente, con pastillas tipo single-coil, con ecualización potenciando agudos (frecuencia de 5kH), con el tweeter de tu bafle a tope, etc.
Dónde Están
Como no tienes un pelo de tonto, ya te habrás dado cuenta de que, sobre el traste #12, en cualquiera de las cuerdas suena un armónico. Ahora compara la nota que escuchas cuando tocas el armónico con la que suena al tocar la cuerda al aire. ¿Sorprendido? Efectivamente, el armónico es la misma nota que la cuerda al aire pero una octava más aguda. Es, por tanto, el armónico de octava. Fíjate cómo el armónico de octava cae exactamente en mitad de la longitud de la cuerda. Así pues, ya tenemos la octava de todas las cuerdas, E A D G (B grave si tenemos un Bajo de 5 cuerdas, y B grave y C agudo si tenemos uno de 6). Pero hay más armónicos a lo largo del mástil, y no siempre se encuentran a la altura de un traste. El siguiente gráfico muestra los más importantes en intensidad sonora:
Verás que, de un armónico al de la cuerda inferior en el mismo traste hay un intervalo de cuarta justa. De esta manera puedes encotrar el resto de armónicos en caso de que uses un Bajo de 5 ó 6 cuerdas. Así, por ejemplo, en el traste #7, si tuvieras sexta cuerda, encima del D encontrarías un G, y por debajo del B un F# super-grave (que no te aconsejo mucho). Y así con todos. Esto lo digo porque tengo prevista una ampliación de esta sección para bajistas de 5, 6 y 7 cuerdas, pero hoy me encuentro un poco perro (no veas la calor que empieza a caer en Valencia, Spain...).
Que sepas también que hay más armónicos. Son los llamados armónicos artificiales. Los que hemos visto son los llamados naturales, y se producen sobre cuerdas al aire. Vuelve, anda, vuelve a echarle un vistazo al gráfico y date cuenta de lo siguiente: los armónicos de mayor intensidad y definición son los del traste #12, la octava, la mitad de la cuerda. Los que le siguen son los del traste #5, la mitad de la mitad de la cuerda, y así con todos. Esto es física pura, esto Aristóteles ya lo sabía (aunque aplicado a una flauta de su época). O sea, que encontraremos una armónico (al menos teóricamente) siempre a la mitad de la distancia formada por un armónico y el principio de la cuerda (el principio es la cejuela, donde apoya para vibrar, no la clavija). De esta forma podemos producir armónicos artificiales de la siguiente y rebuscada manera: tocamos una nota, p.e.: un D en la tercera cuerda, traste #5. Y mientras suena, apoyamos el dedo de la mano derecha sobre la mitad de la cuerda (apenas rozándola) y ahí tenemos el armónico de octava. Y lo mismo para los restantes, claro que cada vez más difíciles de conseguir y con menos intensidad y definición.
Notarás también que a medida que te alejas del traste #12, los armónicos, además de perder intensidad, se van agudizando (a la vez que son más difíciles de conseguir).
Qué Demonios Hacer Con Ellos
Pues, como siempre, lo que quieras. Una posibilidad es hacer sonar una armónico de la cuarta cuerda y mientras lo dejamos sonando tocar un acorde o una pequeña frase con las cuerdas más agudas. También se pueden utilizar como notas sueltas para dar un color especial en algún trozo de una canción. Si los tocas añadiendo un pedal de distorsión se agudizan los armónicos y permanecen sonando durante más tiempo.
Por si te sirve de inspiración, ahí van un par de ejemplos que podéis escuchar: el primero no me convence mucho, se trata de Victor Wooten tocando "Amazing Grace" en el disco de Béla Fleck & The Flecktones "Live Art". Eso sí la técnica de ejecución de Victor es muy buena; el segundo sí que me convence. Se trata de Jaco Pastorius tocando "Portrait Of Tracy" en su primer disco en solitario.
Más
Da la impresión de que hay pocas notas con armónicos bien definidos, al menos en un Bajo de 4 cuerdas (uno de 6 es el paraíso de los armónicos). Lo cierto es que hay más de las que parecen. A lo tonto a lo tonto disponemos de todas estas escalas: G# frigio, E mayor, E pentatónica menor, E pentatónica mayor, B menor natural, B pentatónica menor, D mayor, todas ellas completas. La escala de D pentatónica mayor aparece casi completa (faltaría un C). Y en otros tonos son muchas las pequeñas frases de tres o cuatro notas que podemos construir. Y seguro que hay muchas otras escalas tipo oriental y demás que me he dejado. Y también podemos hacer acordes con armónicos, por ejemplo haciendo cejilla con el dedo índice de la mano izquierda sobre el traste #5 en las cuerdas tercera y cuarta obtendríamos un acorde de G que podría ser tanto mayor como menor ya que no tocamos la tercera. En cuanto a arpegios, un A6 y un A7, por ejemplo, son fáciles de obtener. A todo lo anterior hay que sumar el sonido tan peculiar que producen los armónicos.
Ya sólo me queda recomendarte que los dosifiques. Los armónicos son, probablemente lo que más y mejor tiene que dosificar un bajista. Ten en cuenta que suenan en una tesitura bastante aguda, con lo cual si los tocas, estás dejando un importante hueco en el peso sonoro total del grupo, concretamente en los graves. En otras palabras: en ese momento el grupo se queda sin Bajo. Esto no es grave si se sabe hacer. Por ejemplo en una introducción o en un final, en trozos en los que no es vital que definas la armonía, etc. Pero a mitad de una estrofa, por ejemplo, o en momentos en los que sí que es importante el Bajo como tal, dejarás un vacío innecesario. Como siempre, es tu sentido común el que debe guiarte. Y aquí, el consejo de Jose: nunca sacrifiques el papel real del Bajo por hacer alguna filigrana de lucimiento personal, forastero.



Comentarios
Publicar un comentario