No es que me guste dar consejos (yo soy el primero que no hace ni puñetero caso de los que me dan), así que el título de esta sección parece desafortunado. En cualquier caso, si mi experiencia os sirve de algo, pues ahí va.
Calentamiento
Coger el Bajo en frío y ponerse a tocar a cien por hora es una animalada de mucho cuidado que a los músculos del brazo les sienta como si les dieras una patada. Tocar el Bajo es un ejercicio físico en el que se implican una serie de músculos de las manos, los brazos y la espalda, así que hay que ir poco a poco. Lo mejor es coger uno o varios ejercicios muy sencillos y tocarlos despacio, midiéndolos bien, durante al menos 15 minutos. Es un tiempo muerto de cada sesión que a la larga nos librará de nuestro peor enemigo, ese pedazo de inflamación del tendón del músculo que hemos forzado. O sea: la tendinitis. No es ninguna broma, puedes tirarte 6 meses sin poder tocar (¿sobrevivirías?). Y si no lo curas bien, al igual que ocurre con los esguinces, cada dos por tres estará dándote problemas. Más vale no llegar a eso, la verdad. Aquí tienes un ejercicio muy simple para calentar. Los números corresponden a la digitación de la mano izquierda. Una vez termines, desplaza la mano izquierda un traste en dirección a la pala y vuelve a empezar con el mismo esquema. Así hasta que llegues al primer traste. La razón de comenzar por el traste #12 e ir desplazándonos hacia el #1 es porque la distancia entre trastes a la altura del #12 es mucho menor que en el #1, de forma que tendrás que abrir menos la mano izquierda, y como lo que queremos es calentar, a medida que avances hacia el #1 la irás abriendo de forma progresiva. Tócalo a la velocidad indicada y ves aumentando poco a poco.
Agarrotamientos, pinchazos y calambres
Si mantienes la mano (tanto izquierda como derecha) en una misma posición durante mucho tiempo puede llegar a agarrotarse. Para que esto no ocurra es conveniente mover ligeramente de vez en cuando los codos en un movimiento muy suave aproximandolo al cuerpo y luego alejándolo de él. Si en algún momento sientes un dolor, un pinchazo o un calambre, deja de tocar y relaja completamente el brazo en cuestión. Después continúa tocando pero sin forzarlo.
Higiene Mental
¿Has tenido alguna vez la sensación de que tocas peor que cuando empezaste? A medida que tu cabeza se fatiga, las ideas fluyen más despacio y te expones más al error indeseado. Si quieres rendir al 100%, lo mejor es mantener la cabeza lo más despejada posible en el momento de tocar. Esto incluye haber dormido suficiente, no tener ninguna preocupación grave rondando por la cabeza, y estar lo más relajado posible.
Poco a poco
Para el que quiera correr y no pueda esperar, lo mejor es hacerse piloto de competición. En caso contrario, un poco de paciencia. Si estás tocando una línea que tiene algún pasaje más complicado en el cual tropiezas y fallas cada vez que llegas a él, céntrate en ese trozo. Cógetelo aparte y tócalo a una velocidad muy lenta en la que no falles y repítelo hasta dominarlo. Después aumenta progresivamente la velocidad hasta llegarlo a dominar a velocidad real. No tengas prisa. Tocarlo deprisa y mal, fallando aquí y allá es la mejor forma de demostrar que no sabes trabajar.
Avidez
Tirarse toda la tarde tocando sin parar y después no coger el Bajo en toda la semana no aprovecha. Vale más una seguida, una regularidad, eso es lo que nos hará progresar. Merece la pena una hora cada día pero todos los días. Al fin y al cabo es un entrenamiento mental, muscular y auditivo, así que un poquito de disciplina, paciencia, constancia, motivación y (muy importante) ganas de disfrutar tocando son las claves para ser un buen bajista. No es tanto cuestión de talento como de trabajo a conciencia. Genios nacen muy poquitos cada siglo. Si eres uno de ellos, enhorabuena (¿te importa firmarme un autógrafo?); si, como la mayoría de nosotros, no lo eres, puedes convertirte en un artesano de primera categoría si retienes bien lo que vas aprendiendo.

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