La línea.
Definir qué línea podemos
aplicar resulta algo ambiguo,
ya que son infinitas las posibilidades que tenemos, lo que
tenemos que escoger es alguna
que empaste bien con el
estilo. En el ejemplo tenéis una sencilla línea con la que
podéis empezar a acompañar
todo el tema; a partir de aquí
podéis modificar este ejemplo
hasta llegar a sacar vuestras
propias líneas. Una de las
características de esta línea es
la de utilizar notas a distancia
de medio tono a las que van a resolver; por ejemplo, en el
primer compás, tenemos G y
D ocupando una mitad cada
uno, y si analizamos las notas
que lo ocupan vemos que la
primera nota es la principal
del acorde; pero, sin embargo,
la segunda no pertenece a
este acorde, no obstante resuelve por semitono a la
nota principal de D, y al estar
en tiempo débil se deja oír
como séptima de D. El mismo
caso lo encontraréis a lo largo
de todo el ejemplo.
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