Abordaremos esta nota desde un punto de vista totalmente iniciativo, con la intención de descubrir ese recurso desde sus primeros conceptos y para que pueda estar al alcance de cualquier instrumentista; aunque no tenga una técnica especialmente depurada. El armónico es una respuesta natural de la cuerda al aire. Para hacerlo sonar es necesaria una técnica que puede requerir algo de práctica, pero que puede obtenerse sin problemas si se practica lo necesario. Se trata de apoyar el dedo suavemente, sin apretar la cuerda, apenas rozándola, pero no sobre el centro del traste, el punto en el que solemos tocar habitualmente, sino sobre la placa de metal que separa los espacios. Es decir, sobre el traste propiamente dicho.
La técnica ideal consiste en poner el dedo rozando la cuerda, pulsarla y luego separar el dedo, a fin de que la cuerda pueda vibrar libremente. Si dejamos el dedo apoyado, notaremos que el armónico suena pero se apaga muy rápidamente; en cambio, si lo retiramos, el sonido hará un pico en el momento en que pulsamos la cuerda pero se mantendrá con una potencia razonable, hasta que la cuerda deje de vibrar.
Ahora bien, uno de los "handicaps" de los armónicos, aparte de la técnica específica para hacerlos sonar, que como hemos dicho no es especialmente compleja, es memorizar la nota que suena en cada uno de ellos. Los armónicos se reproducen en sitos específicos de la cuerda y no siempre la nota que suena coincide con el traste sobre el que estamos tocando.
El armónico más fácil de hacer sonar se produce usando el procedimiento descrito, sobre el traste 12. Sobre este traste, la nota que suena es la misma que sonaría si tocásemos la cuerda al aire. Normalmente, la cuerda SOL, la más aguda reproducirá el armónico con mayor potencia, aunque en cualquier otra cuerda también sonará. Por tanto, si tocamos el armónico que se produce sobre el traste 12 de cualquier cuerda, obtendremos una nota igual a la que produce esa cuerda al aire, pero una octava más arriba, es decir, la misma nota que sonaría pisando el traste 12.
Una vez hayamos conseguido
hacer sonar este armónico con
una cierta presencia" podemos
pasar al siguiente, que también
suena con relativa facilidad.
El siguiente armónico se
produce sobre el traste 7.
Recordamos una vez más que
no debemos poner el dedo en
el centro del traste, sino sobre
la plancha metálica que los
separa: el traste propiamente
dicho. Sobre el traste 7, obtendremos
la quinta de la cuerda
al aire, así, si lo tocamos sobre
la cuerda SOL, obtendremos
la nota RE. En este caso, igual
que en el del traste 12, la nota
coincide con la que sonaría
pisando el traste correspondiente (traste 7).
El siguiente armónico, que se
produce sobre el traste 5,
reproduce también la misma
nota que la cuerda al aire,
pero dos octavas arriba. Por
tanto, haciendo sonar el
armónico del traste 5 de la
cuerda SOL, obtendremos
también la nota SOL. En este
caso, la nota que produce el
armónico ya no coincide con
la que sonaría en el traste,
puesto que si pisásemos el
traste 5 de la cuerda SOL,
obtendríamos la nota DO. En
cambio, al tocar el armónico,
suena también una nota SOL.
El siguiente armónico, sobre
el traste 4, produce la tercera
mayor de la cuerda al aire.
Por tanto, tocando el armónico
del traste 4 de la cuerda
SOL, obtendremos la nota SI.
Los dos armónicos siguientes
no suenan exactamente sobre
el traste. Un poco más adelante
del traste 3, pero no exactamente
encima de él, tenemos
el armónico que corresponde
a la quinta de la cuerda al
aire, pero también una octava
más arriba, es decir, la octava
del armónico que hemos
logrado en el traste 7.
El siguiente, suena un poco
más atrás del traste 3 y reproduce
la séptima menor de la
cuerda al aire. Por tanto, si
tocamos este armónico sobre
la cuerda SOL, obtendremos
la nota FA.

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