Para empezar, un poco de reggae. Ya sabes: Jamaica, ron, Bob Marley y marihuana. Tópicos aparte, el reggae es uno de los estilos más ricos en cuanto a ritmo, con la ventaja de que para los bajistas es un auténtico regalo. Aquí el ritmo lo marca la guitarra rítmica con síncopas. El batería puede entrar y salir de los tiempos a voluntad (como lo haría en jazz, por ejemplo) y el bajista, tres cuartos de lo mismo. En los inicios, el reggae más purista practicaba un estilo denominado "one-drop" que literalmente significa "el primero, fuera". Esto, musicalmente, se traduce en que el primer tiempo de cada compás no se toca, y esto rige tanto para el bajista como para el batería. A continuación tienes un ejemplo de frase de reggae que nos sirve para ilustrar lo dicho.
Lo que sigue son tres líneas de reggae cortesía de Thomas Risell. En las dos primeras puedes ver cómo marca el primer tiempo del 1er y 3er compás con la tónica del acorde (E y A, respectivamente), y deja el "one-drop" para los restantes, construyendo unas líneas la mar de frescas.
En la que viene a continuación todos primeros tiempos de compás se omiten, de forma que la frase tiene más "caída", efecto muy agradecido a la hora de bailar o simplemente vacilar al ritmo de la música.
También podemos ver otras cosas. Fíjate cómo cada línea, además de marcar la armonía (los acordes), y de llevar un ritmo, constituye una frase musical en sí misma. El Bajo no está tan limitado como algunos, incluidos muchos bajistas, creen. Está, eso sí, acotado. Pero dentro de estas acotaciones, que siempre son de forma y referentes a mantener la estructura de un estilo concreto para que este no pierda su esencia, dentro de estas acotaciones, decía, uno puede dar rienda suelta a su imaginación y construir frases geniales.
Otra cosa: ritmo. En el ejemplo 1, se mantienen las mismas figuras (aunque naturalmente con distintas notas) en los compases 1 y 3, y en los compases 2 y 4. Esto es muy importante, porque el repetir un esquema rítmico ayuda al oído a memorizar la línea, me refiero al oído del público. En los ejemplos 2 y 3 se mantiene la igualdad en los compases 1 y 3, y se varía mínimamente el esquema (una corchea de diferencia) en los compases 2 y 4. Esto tan efectivo es bastante fácil de conseguir. Con un poco de práctica llegarás a conseguir que tus líneas resulten simétricas, si así lo quieres, y que constituyan una frase concreta. Es muy importante también, aunque estés improvisando, que una vez te decidas por un línea la mantengas, repitiéndola durante al menos un buen rato para que los demás la acaben "entendiendo". Empezar a cambiar de esquema rítmico y de notas constantemente es la mejor manera de marear al resto de músicos y al público. Recuerda que lo que se espera de ti es que transmitas seguridad. Así que relájate, no te compliques la vida (lo más simple es SIEMPRE lo más efectivo) y déjate mecer por el ritmo y por ese sonido grave que sale de tu amplificador.




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