Este ejercicio tiene un montón
de beneficios, primero de
todo es divertido. Muchos de
los alumnos que he tenido y
han practicado esto me han
comentado que lo que para
ellos era antes una especie de frustración y la práctica, se
vuelve agradable e incluso les
ha inspirado temas que luego
han llevado al local para su
grupo. Segundo, así se
demuestra que puedes comunicar
emociones con tu instrumento.
Si intentáis este ejercicio habrá veces en las que
cuando veais algo que puede
generar un sentimiento y que
nunca antes se os habría ocurrido expresar musicalmente,
ahora os veis haciéndolo.
¡Ése Es la IDEA!. Tercero
seguro que desarrolláis nuevos
patrones/ experimentáis
con escalas que ni si quiera
conocéis e incluso técnicas
que podrían terminar siendo
las próximas pioneras de nuevos
sonidos y ritmos. Hay un
millón de posibilidades.
No hace falta nada específico
a la hora de elegir la película,
pero podéis experimentar
con alguno de los siguientes
géneros para ponerles
banda sonora:
o Películas de miedo.
o Ciencia-ficción
(creo que viene ahora el
solo de bajo...).
o Artes marciales
(...sí,el slap aquí sí está permitido).
o Los documentales de la 2.
o El telediario
(últimamente es peor que una
peli de miedo...).
o Películas de misterio
(¿Cuál es esa nota al lado del
traste 12?).
o Telenovelas
(no podréis parar, ya me
diréis la cara que os ponen en
casa...).
o No vale Gran Hermano ni
OT que luego sale lo que sale.
o La lista puede seguir y
seguir.. vosotros mismos.
Este ejercicio no es muy tradicional,
y recordad que es un
complemento y no un sustituto
para la práctica diaria del
instrumento, pero a mí me ha
venido muy bien y creo que
es mucho mejor que sentarse
a hacer ejercicios mecánicos
delante de la tele que lo único que consiguen es provocar
tendinitis y otros problemas
físicos.
La otra variante de esta práctica
es cambiar la tele por un
libro. De la misma manera
que al leer visualizamos las escenas, personajes y paisajes que aparecen
en el libro, imaginad también la música que
le pondríais en ese momento
determinado. La música es
algo natural en todos nosotros/
y sale espontáneamente en la mayoría de las personas,
o ¿acaso no conocéis a mucha
gente que canturrea o silba
melodías inventadas por ellos
mismos? Hasta los niños son
unos artistas haciéndolo, así
que... ¿Por qué no sacar provecho
de ello?
Por último, un consejo: practicad
esto con algún tipo de
grabadora al lado, porque no
hay nada peor que despertarse
a la mañana siguiente
intentando recordar aquella
idea tan buena que te salía
por la noche y que quedó perdida
para siempre en las
entrañas del cerebro. Cuando
os pase eso, no miréis a vuestro
bajo como si fuera el culpable... él no lo haría...
Contadme cómo os ha ido y si
os resulta beneficioso.

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