Walking Bass

Se llaman así las líneas de Bajo del jazz clásico. Puedes estar preguntándote en este momento para qué demonios quieres aprender esto si no te interesa el jazz en absoluto. La respuesta es que, aunque no te interese el jazz, este ha demostrado ser una gran escuela de músicos. Así que, a menos que tampoco te sientas músico, puedes aprender el concepto, es una herramienta muy útil que luego te servirá para el tipo de música que quieras hacer. El término (literalmente, "Bajo que anda") es muy gráfico, ya que el sonido de estas líneas recuerda el movimiento de una persona caminando por la calle. En esencia es muy fácil. Consiste, dada una progresión, en: 

1.- Meter una nota por tiempo en un compás de 4/4 (o sea, negras). 
2.- Tocar la tónica de cada nuevo acorde en el primer tiempo del compás. 
3.- Anticipar la tónica del acorde siguiente preferiblemente con un intervalo de tono o semitono. 

Lo demás es libre, pero no pierdas nunca de vista que tiene que ser un Bajo que "camine" y que nos lleve al acorde siguiente de una manera suave. El que "camine" o no es una habilidad que hay que desarrollar. Lo contrario es una Bajo apelmazado que va restando velocidad y "gancho" a la canción. Lo de ir al acorde siguiente con suavidad significa no hacer intervalos bruscos, p.e.: cuartas y quintas a troche y moche. Puedes hacer cualquier intervalo si te parece justificado melódicamente, pero luego vuelve a avanzar por grados lo más conjuntos posibles. Los semitonos para aproximarnos a la tónica del acorde siguiente dan un resultado excelente en jazz, blues y casi todos los estilos de música negra. Si te fijas en las líneas de contrabajistas como Paul Chambers o Ray Brown, te darás cuenta de que no sólo afianzan perfectamente el ritmo y la armonía del tema que están tocando como una estructura de hormigón armado, sino que además la línea es una melodía en sí misma. Y ese es el arte del walking-bass. Como ejemplo sirve la tercera progresión que vimos en V. En el midi la puedes escuchar a ritmo de swing (aunque no entera), lo más parecido a la realidad. Aquí la tenemos: 


La línea del Bajo es un walking-bass que cumple las tres condiciones que hemos dicho más arriba. En los compases 4 y 6 no empezamos con la tónica porque esta no ha cambiado, así que nos permitimos hacer una frase más larga. 

Incorporar la práctica del walking-bass a tu rutina diaría es un ejercicio sanísimo que dará sus frutos antes de lo que te esperas. ¿Para qué sirve? Pues para desarrollar tu capacidad de improvisación, tu sentido del ritmo y tu agilidad mental en general, al mismo tiempo que te obliga a tener muy claras todas las escalas, acordes y modos.

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