Definir las locaciones
Cuando hablamos de locaciones hacemos referencia a todo lugar donde se vaya
a grabar nuestro documental. La elección de estos espacios no puede ser al azar
o definirse al momento de ir con todo el equipo a trabajar. Para empezar, cada
escenario que aparezca en pantalla debe estar íntimamente ligado a lo que queramos
contar. Si vamos a tener un entrevistado que nos relate la historia de un
edificio emblemático, ¿qué mejor que hacerle la entrevista en dicho lugar?, ya sea
recorriéndolo o desde un ángulo donde se pueda ver un detalle interesante de éste,
la imagen del edificio es muy importante.
Pero, para esto es fundamental que primero la producción se asegure si es posible
ir con todo el equipamiento hasta allí (definiendo los costos de traslado y permisos
necesarios), si contamos con el abastecimiento de energía suficiente para
montar luces o si debemos llevar un generador propio de gasolina (también ver
si el alquiler de este equipo está dentro de nuestras posibilidades económicas) y,
lo más importante, si es factible trasladar al entrevistado hasta el lugar en el día
y hora que consideremos conveniente.
Poniendo todo esto en la balanza, los realizadores decidirán si el desarrollo de la
entrevista en el edificio justifica el costo o si optamos, simplemente, por ir hasta la
casa del entrevistado y mostrar el lugar con imágenes insertadas.
En caso de que se decida hacer el traslado hacia el lugar de los hechos, lo ideal
es que la producción visite la locación con anticipación y saque la mayor cantidad
de fotos posibles desde todos los ángulos donde se vayan a hacer las tomas.
De esa manera, tanto el director como el camarógrafo y el iluminador se podrán
hacer una idea de cómo realizar su trabajo. Sería aún mejor, si un día antes el
grupo de trabajo se instala en la locación con todos los equipos y hacen las pruebas
de grabación correspondientes con el fin de prever cualquier inconveniente
antes de que el entrevistado se siente a hablar.
Entrevistados
La elección de los entrevistados es una tarea ardua que dependerá de las decisiones
que tomen los realizadores en conjunto con los productores. La lista deberá armarse
en torno a la vinculación de cada personaje con la historia que se vaya a contar:
cuanto más directa sea la participación en ella, mejor.
A partir de allí, nos encontraremos con algunos factores que descartarán a ciertas
personas de esa lista; puede que algunos entrevistados no quieran participar del
documental por miedo a la exposición o porque simplemente no se consideran
buenos para expresarse verbalmente frente a una cámara. También puede ocurrir
el caso en que el entrevistado tiene una excelente predisposición, pero llegado el
momento se “anula” y nos responde sólo con monosílabos. Enviar a la producción
a una charla previa con cada uno de los entrevistados nos servirá para darnos
cuenta si lo que obtendremos de ellos, justifica el traslado.
Recopilar la información
Hablamos del rol de la producción para proveerle al periodista toda la información
necesaria para realizar la entrevista. Aquí es cuando se debe trabajar con la mayor
seriedad. Es muy tentador imprimir una biografía completa de Wikipedia
(http://es.wikipedia.org) o de cualquier página web que nos informe al respecto,
pero todo ese material deberá estar debidamente chequeado a partir de libros,
testimonios o documentación oficial.
Por más que grabemos el mejor documental, la gente recordará más nuestro error
al mencionar una fecha o un nombre en forma incorrecta, que todos los buenos planos
y efectos que podamos haber utilizado.

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